Los problemas en la próstata son comunes a partir de los 50 años. La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductor masculino, está situada debajo de la vejiga, rodeando la uretra y justo delante del recto, y tiene la función de producir un liquido que mejora la capacidad del espermatozoide para fecundar al óvulo.
En varones adultos, la próstata tiene el tamaño aproximado de una nuez. Sin embargo, su tamaño va incrementándose gradualmente a lo largo de la vida desde los 20 años, acelerando su crecimiento a partir de los 40. Este aumento de tamaño es un hecho constante en el varón que no siempre implica la existencia de un tumor, ya que lo más probable es que se constituya como hiperplasia benigna de próstata (HBP) y dé los síntomas propios de ella (dificultad para orinar, micciones frecuentes…).
Pero, en ocasiones, con o sin aumento del tamaño, la próstata puede sufrir una inflamación, enfermedad conocida como prostatitis, que puede ser aguda o crónica en función de la evolución de los síntomas. Sea como fuere, siempre es conveniente conocer los síntomas y acudir al urólogo para detectar cualquier tipo de patología prostática de forma temprana.
¿Qué síntomas tienen las enfermedades de la próstata?
En función del tipo de cambio que se produzca en la próstata, ya sea por una inflamación como la prostatitis, por un agrandamiento como la hiperplasia benigna de próstata (HBP) o por la existencia de un tumor (adenocarcinoma), los síntomas serán diferentes.
Síntomas en prostatitis
La prostatitis es una inflamación de la próstata, generalmente bacteriana. Puede ocurrir a cualquier edad, pero es más probable que se desarrolle entre los 20 y los 40 años, independientemente del tamaño prostático. Suele ser debido a un reflujo de orina al interior de la próstata, lo que desencadena la infección y consiguiente inflamación. Se puede sospechar una prostatitis cuando aparecen los siguientes síntomas:
- Problemática al orinar (dolor, dificultad, escozor)
- Micción frecuente y urgente
- Fiebre
- Escalofríos
- Eyaculaciones dolorosas
- Dolores en la región lumbar, la pelvis, la cadera, las ingles o el recto
- Pérdida de libido
- Presencia de sangre en la orina y/o el semen
Síntomas en hiperplasia benigna de próstata (HBP)
La hiperplasia benigna de próstata (HBP), como ya explicamos en este otro post, es el agrandamiento de la próstata, de tipo benigno, que se produce a partir de los 40 años. El problema que ocasiona es que obstruye el flujo de la orina en la uretra, lo que genera dificultad a la hora de orinar y hace que cada vez sea más complicado el vaciado de la vejiga. Sus síntomas son:
- Molestia o dolor al orinar.
- Micción frecuente y urgente.
- Necesidad de levantarse con urgencia durante la noche para orinar (nicturia)
- Vaciado incompleto de la vejiga
- Incapacidad para orinar
- Incontinencia
- Dolor, escozor o ardor al orinar
- Flujo miccional débil
- Orina por goteo
Síntomas en cáncer de próstata
El cáncer de próstata consiste en la formación de células cancerosas en los tejidos que forman la próstata. Ocurre con mucha frecuencia y, en la actualidad, es el segundo tumor más frecuente en el varón. Suele ser asintomático en sus inicios, por ello es importante la revisión anual, aunque también puede presentar algunos síntomas, como:
- Micción frecuente y urgente
- Molestia o dolor al orinar (disuria)
- Necesidad de levantarse con urgencia durante la noche para orinar (nicturia)
- Incontinencia
- Dolores lumbar y/u óseo
- Presencia de sangre en la orina y/o el semen
- Disfunción eréctil
- Cansancio o decaimiento generalizado
- Pérdida de apetito y de peso sin causa aparente
- Debilidad en las piernas
- Insuficiencia renal
- Anemia
Como se puede observar, estas tres patologías presentan sintomatologías muy parecidas. Es por ello muy importante que, cuando se perciba cualquiera de los síntomas, se acuda al urólogo, para que este pueda detectar si existe algún problema preocupante. En estos casos lo normal es que el especialista realice, entre otras pruebas (ecografía y flujometría), un tacto rectal al paciente, que es un procedimiento sencillo, rápido y absolutamente indoloro.
Tanto para la detección de una prostatitis, como para el diagnóstico de una hiperplasia benigna de próstata o de un tumor de próstata, es necesario actuar con prevención y lo antes posible, de forma que se permita tener el suficiente tiempo de reacción para tratar la enfermedad que se padece con una mayor garantía de éxito. Por ello es muy importante, aunque no se tengan síntomas, hacer revisiones anuales a partir de los 45 años.
¿Has observado alguno de los síntomas que explicamos en este artículo durante los últimos días o semanas? Si quieres quedarte tranquilo, ponte en contacto con nosotros. En Clínicas García Reboll estarás en las mejores manos.