¿Sabías que cerca de la mitad de las mujeres padecen al menos un episodio de cistitis a lo largo de su vida?
La cistitis es un tipo de infección urinaria muy común que afecta cada año a más de 3 millones de personas en España, sobre todo mujeres y principalmente entre los 18 y los 30 años.
En este artículo te contamos todo sobre ella y te desvelamos la respuesta a la pregunta que te hacemos en el título: ¿por qué son las mujeres las que la padecen en mayor medida? ¡Acompáñanos!
Índice del artículo
Cistitis: ¿En qué consiste esta infección urinaria?
La cistitis es, como hemos comentado, una infección urinaria que se produce en la vejiga. Se trata de una de las infecciones del tracto urinario más frecuentes.
Normalmente, esta infección es de origen bacteriano y está causada, en la mayor parte de ocasiones, por una bacteria conocida como Escherichia coli (E. Coli), que la produce cuando entra en la vejiga y esta se inflama. No obstante, aunque menos a menudo, también hay ocasiones en las que son otras enterobacterias (proteus, klebsiella, enterococo…), hongos o virus los causantes de la cistitis.
El hecho de tener relaciones sexuales favorece la aparición de esta infección, pero este no es el único factor de riesgo, sino que existen otros como:
- Hidratarse poco.
- Orinar con poca frecuencia.
- Tener problemas de tránsito intestinal como estreñimiento o diarrea.
- Mantener mojada o húmeda la ropa de baño durante mucho tiempo.
- Llevar ropa interior muy ajustada.
- Tener estrés.
- Padecer enfermedades como la diabetes, cáncer o patologías neurológicas.
- Estar embarazada.
- Tener menopausia.
- Estar en el hospital (es una de las infecciones hospitalarias más frecuentes).
- Padecer litiasis.
Tipos de cistitis y sus causas
Existen dos tipos de cistitis: infecciosas y no infecciosas.
La cistitis infecciosa o bacteriana es sobre la que hemos estado hablando hasta ahora, que tiene como origen la proliferación de bacterias que producen la inflamación de la vejiga.
En cuanto a las cistitis no infecciosas, estas pueden producirse por diversas razones:
- Cuando se inflama la vejiga de manera recurrente, crónica, y la cistitis es más complicada de diagnosticar y tratar. Se conoce como cistitis intersticial.
- Cuando se produce por un tratamiento de radiación aplicado sobre la zona, inflamando los tejidos de la vejiga.
- Cuando está ocasionada por el uso prolongado de materiales externos al cuerpo como un catéter o una sonda.
- Cuando se induce a través de determinados medicamentos.
- Cuando se produce por la reacción a los compuestos químicos de determinados productos de uso general, como jabones, geles o aerosoles.
- Cuando está asociada a otras afecciones o trastornos, como diabetes, litiasis o hiperplasia benigna de próstata.
Síntomas de la cistitis
Los síntomas más habituales de la cistitis son el ardor, dolor o escozor al orinar y la sensación de necesitar orinar más a menudo de lo normal. Además, se puede detectar sangre en la orina (hematuria), experimentar fatiga y malestar general, percibir que la orina tiene un color distinto al habitual (más oscuro) y, aunque se miccione con frecuencia, se suele orinar muy poca cantidad.
Si estos síntomas van acompañados de fiebre, es posible que la infección esté afectando, además, a otro órgano como el riñón o la próstata (en el caso del varón).
¿Por qué la cistitis es más frecuente en mujeres?
La cistitis tiene lugar en las mujeres de manera más frecuente por la propia anatomía de su uretra (longitud de unos 3-4 cm), que es más corta que la de los hombres (longitud de unos 12-16 cm).
Además, influye el hecho de tener más cerca la vagina del ano, ya que esta primera será la vía de entrada de las bacterias hacia la uretra y, desde ahí, a la vejiga.
No obstante, debemos tener en cuenta que este tipo de infección urinaria también puede afectar a los hombres, sobre todo a partir de los 50 años. La cistitis masculina está más relacionada con el aumento del tamaño de la próstata (hiperplasia benigna de próstata).
¿Cómo se diagnostica la cistitis?
Cuando se perciben los síntomas, se debe realizar un estudio de la orina para observar la presencia de las bacterias que la estén ocasionando, así como si existe presencia de sangre.
También se puede llevar a cabo una uretrocistoscopia, una prueba diagnóstica que se realiza mediante endoscopia y que permite valorar la presencia de este tipo de infecciones urinarias en la vejiga.
Además, podría ser necesario realizar alguna prueba diagnóstica de imagen, como una ecografía de la vejiga, para valorar el estado de la misma.
Tras haber realizado las pruebas correspondientes e identificar que efectivamente se trata de una cistitis, se recomendará el tratamiento más adecuado en función de cada caso concreto.
¿Cómo calmar los síntomas de la cistitis?
El tratamiento de la cistitis suele llevarse a cabo con antibiótico, y este debe elegirse en función del caso, del origen y del tipo de infección, dependiendo de si se padece por primera vez o si, por el contrario, se trata de una infección recurrente.
Es por ello fundamental que recurramos siempre a nuestro especialista (urólogo, ginecólogo) de referencia, para que pueda realizar el diagnóstico y recomendarnos el tratamiento que mejor se adapte a nuestras necesidades.
La cistitis, ¿se puede prevenir?
La respuesta es un rotundo sí. Podemos prevenir la cistitis si aplicamos y mantenemos determinadas medidas, como:
- Beber mucha agua.
- Mantener un estilo de vida saludable (alimentación, ejercicio, descanso).
- Orinar con frecuencia, evitando esperar cuando tenemos la necesidad.
- Orinar inmediatamente después de finalizar la relación sexual.
- Evitar el uso de productos de higiene íntima femenina, como geles, perfumes o aerosoles.
- Evitar llevar el traje de baño húmedo durante mucho tiempo.
- Limpiar la zona genital de la parte de delante a la de detrás y no al revés.
¿Es posible contagiar la cistitis?
La cistitis no es, por sí misma, una enfermedad de transmisión sexual, por lo que no se debe considerar como tal. No es, por tanto, una infección contagiosa.
A pesar de ello, debemos tener en cuenta que existen determinados tipos de bacterias, responsables de diversos tipos de ETS, que sí pueden provocar cistitis, por lo que siempre deberemos tener esto en cuenta y tomar precauciones para evitar que nos afecte este tipo de infección.
Esperamos que este artículo haya sido de tu interés. Continúa tu visita por nuestro blog para seguir descubriendo nuestros consejos para cuidar de tu salud.