La orquitis es como denominamos a la inflamación de uno o de ambos testículos. Se trata de una patología escrotal benigna que se puede presentar durante la infancia, la pubertad y, después, en la edad adulta.
En este artículo vamos a descubrir, paso por paso, todo sobre ella, ¿nos acompañas?
Índice del artículo
¿Qué es la orquitis?
La orquitis es una inflamación que, como hemos comentado al principio, afecta a los testículos. Normalmente se desarrolla en un solo testículo pero, aunque es más raro, también se puede producir en ambos.
Esta inflamación puede estar causada por virus o bacterias o, incluso, tener un origen desconocido.
Causas de la orquitis
Existen dos tipos de orquitis, vírica y bacteriana, que se diferencian por su origen.
Lo más habitual es que la orquitis vírica se desarrolle cuando se tienen paperas, generalmente pasados unos 4 días después del contagio. En la infección vírica de las paperas (parotiditis) se inflaman las glándulas salivales que se encuentran justo debajo de los oídos. Es lo que se denomina orquitis urliana.
No obstante, la orquitis también se puede producir por una infección bacteriana, a raíz del contagio de una infección de transmisión sexual como la clamidia o la gonorrea, más frecuentes entre los varones jóvenes; o bien como consecuencia de una epididimitis (inflamación del epidídimo o conducto que almacena y transporta los espermatozoides desde los testículos al pene), convirtiéndose entonces en una orquiepididimitis. Este último caso es propio de los pacientes de edad más avanzada con patología miccional de causa prostática.
Podemos considerar, entonces, como factores de riesgo de la orquitis vírica el hecho de no haberse vacunado contra las paperas, tener una malformación en las vías urinarias o haber tenido sucesivas infecciones urinarias, entre otros. En el caso de la orquitis bacteriana, el principal factor de riesgo que podemos considerar es el hecho de tener diversas parejas sexuales, no usar protección durante las relaciones sexuales o haber contraído una infección de transmisión sexual y tener una patología prostática con síntomas urinarios.
Síntomas de la orquitis
El síntoma más habitual y evidente de la orquitis es la inflamación de uno o de ambos testículos.
Sin embargo, también se puede experimentar dolor testicular, dolor inguinal (conviene observarlo, pues no siempre se debe relacionar con la orquitis), dolor durante las relaciones sexuales, fiebre o detectar sangre en el semen.
En caso de observar la inflamación en el escroto, y sobre todo si va acompañada de dolor, es fundamental consultar con el urólogo para que pueda diagnosticar la orquitis, o cualquier otro problema que esté ocasionando estos síntomas, y así pautar el tratamiento adecuado lo antes posible.
Tratamiento de la orquitis
Siempre insistimos en ello: es fundamental que cualquier tipo de patología se detecte y trate lo antes posible, para poder evitar que derive en otros problemas más graves y complicados de solucionar.
El tratamiento de la orquitis bacteriana se realiza con antibiótico. En el caso de que se trate de una orquitis vírica se recomendará reposo, un medicamento antiinflamatorio y, si se percibe dolor, la toma de analgésicos. Además, se podrá recomendar la aplicación de frío en la zona, para rebajar la inflamación.
Normalmente, los síntomas de la orquitis remiten pasados unos días y no suele tener mayor complicación.
¿Puede la orquitis afectar a la fertilidad?
Cuando la infección se mantiene durante más tiempo del habitual o si esta se complica puede llegar a producir problemas de fertilidad en el varón, sobre todo al aumentar la temperatura de la zona y perjudicar en la formación de los espermatozoides. Sin embargo, esto es menos habitual cuando la orquitis se produce en un solo testículo.
Además de la infertilidad, la orquitis puede producir atrofia testicular (contracción y disminución del tamaño del testículo), así como generar infecciones, fístulas o abscesos en la zona del escroto.
Orquitis: ¿Se puede prevenir?
La manera más sencilla de reducir el riesgo de padecer una orquitis vírica es vacunarse contra las paperas. Es cierto que hoy en día no se trata de una infección habitual, pero se siguen observando casos en niños y adolescentes, por lo que conviene tener siempre al día la cartilla de vacunación.
Para prevenir la orquitis bacteriana se deberán tomar precauciones durante las relaciones sexuales para evitar el contagio de cualquier tipo de infección de transmisión sexual, utilizando para ello el preservativo y evitando el contacto sexual con personas que tengan una infección ya diagnosticada. Por último, para evitar la orquiepididimitis bacteriana del varón de mayor edad con síntomas urinarios se debe consultar con el especialista para tratar la hiperplasia prostática.