La biopsia es un procedimiento a través del cual se recogen diminutas muestras de un tejido para ser analizadas en el laboratorio y determinar si son de carácter benigno o si, por el contrario, están compuestas por células tumorales.
¿En qué consiste la biopsia de testículo?
En la biopsia de testículo se extrae una porción de tejido de los testículos que, después, se examina con un microscopio.
A través de ella se evalúa la presencia de células tumorales y para determinar la causa de la infertilidad masculina, mediante la valoración de la existencia de una patología de tipo obstructivo que impida la salida de los espermatozoides en el eyaculado o bien por la inexistencia de espermatozoides.
Biopsia de testículo: El procedimiento
Aunque no entraña grandes molestias, la biopsia de testículo se realiza bajo sedación.
Para llevarla a cabo, se practica una pequeña incisión en el testículo y se extrae una muestra del interior del mismo. A continuación, se pone un punto de sutura para cerrar la herida.
Este procedimiento puede llevarse a cabo en uno o en los dos testículos.
Indicaciones y posibles molestias tras la biopsia testicular
La biopsia testicular puede estar indicada, además, para la extracción directa de espermatozoides, de cara a la realización de un tratamiento de reproducción asistida.
Tras esta prueba puede aparecer dolor durante dos o tres días posteriores a la biopsia, así como una posible infamación del escroto que desaparece en unos días.
Estos efectos son leves y suelen desaparecer unos días después de esta prueba.
La biopsia de próstata suele repetirse cuando los resultados obtenidos arrojan una conclusión negativa pero el PSA sigue subiendo, cuando la primera biopsia mostraba una lesión sospechosa de cáncer pero no diagnóstica o bien si se detecta un cáncer de próstata de bajo riesgo y se decretó la vigilancia activa del tumor, por lo que se tendrán que realizar biopsias de manera periódica.