La progresiva implantación de técnicas laparoscópicas en nuestra especialidad ha permitido ampliar cada vez más la cartera de servicios mediante esta técnica.
Si bien la nefrectomía (extirpación del riñón) fue la primera intervención quirúrgica realizada mediante esta técnica (Dr. Clayman, 1991), en este momento somos capaces de operar sobre cualquier órgano abdominal mediante la creación en abdomen de entre 3 y 5 orificios para introducir unas pinzas con las que extirpar o reparar las estructuras enfermas.
Esta modalidad quirúrgica permite al paciente una muy temprana recuperación llegando, en situaciones muy concretas, a dar el alta hospitalaria a las 24 horas de la cirugía, algo totalmente impensable con la clásica cirugía abierta.
En el caso de la vejiga, las cirugías que realizamos son la suspensión de estructuras de soporte de la vejiga para corregir el prolapso rectal, uterino y vesical.
De igual forma, somos capaces de realizar reimplantes ureterales en el caso de resección de segmento terminal del uréter (tumor) o por daño ureteral como consecuencia de una cirugía ginecológica o digestiva.