El frenillo es la porción de piel que conecta el prepucio con la parte inferior del glande del pene.
Si el frenillo es corto, este impide al glande quedar totalmente fuera del prepucio, causando una inusual curvatura en el pene y desviando el glande hacia abajo, lo que puede ocasionar dolor y molestias durante las relaciones sexuales, pudiendo incluso desgarrarse provocando un intenso sangrado.
Para evitar este problema, se puede practicar una sencilla cirugía con anestesia local que consiste en realizar una incisión denominada frenulectomía, en la que se corta el frenillo, o una frenuloplastia, en la que se elimina por completo el frenillo dejando el glande al descubierto. En este caso también se puede llevar a cabo una circuncisión.
Tras la operación se puede sentir dolor durante unos días y se aconseja al paciente evitar la práctica de relaciones sexuales durante cuatro semanas, hasta la completa cicatrización.