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La preocupación por el tamaño del pene es universal y va en aumento. En relación con esta obsesión masculina, se ha disparado la práctica del jelqing, una técnica de masaje originada en el antiguo Oriente Medio y que se basa en la aplicación de presión y estiramientos en el pene con el objetivo de aumentar su tamaño y mejorar la circulación sanguínea en la zona.
La preocupación por el tamaño del pene es universal y va en aumento. En relación con esta obsesión masculina, se ha disparado la práctica del jelqing, una técnica de masaje originada en el antiguo Oriente Medio y que se basa en la aplicación de presión y estiramientos en el pene con el objetivo de aumentar su tamaño y mejorar la circulación sanguínea en la zona.
Según el Dr. Luis García Reboll, este fenómeno está íntimamente relacionado “con el fácil acceso a la pornografía que hay hoy con internet. Los hombres, especialmente jóvenes, acaban asumiendo como reales unos estándares tanto del tamaño del pene como de su funcionamiento que no responden a la realidad”.
Sin respaldo científico
Sin embargo, es importante destacar que el jelqing no cuenta con respaldo científico. Hasta el momento, no ha sido aprobado por agencias de salud como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos), la Sociedad Americana de Urología ni las equivalentes europeas y españolas.
Efectos no duraderos
Se ha observado que el jelqing puede aumentar temporalmente la irrigación sanguínea dentro de los cuerpos cavernosos debido al incremento de la presión intravascular producida por el masaje. Esto puede hacer que el pene parezca más grande durante un corto período. Sin embargo, una vez que cesa el efecto vasodilatador, el pene vuelve a su tamaño habitual. Los cambios obtenidos con el jelqing no son duraderos y tienden a desaparecer una vez que se deja de practicar.
Riesgos del jelqing
En contraposición con unos resultados cuestionables y no mantenidos en el tiempo, “lo que sí estamos comprobando es que los riesgos del jelqing son altos, y estos sí que pueden tener consecuencias serias para la salud”, afirma el Dr. Luis García Reboll.
Estas son las consecuencias que puedes sufrir por practicar jelqing:
- Lesiones: el empleo excesivo de fuerza durante la práctica del jelqing puede provocar lesiones en los tejidos del pene, como desgarros o hematomas. Estas lesiones pueden resultar dolorosas y requieren atención médica.
- Problemas de erección: la experiencia de profesionales de urología les ha llevado a concluir que el jelqing puede afectar a la función eréctil. “Algunas personas han experimentado dificultades para lograr o mantener una erección después de practicar el jelqing de forma excesiva”, asegura el Dr. Luis García Reboll.
- Daño a los vasos sanguíneos: la aplicación inadecuada de presión durante el jelqing puede dañar los vasos sanguíneos del pene, lo que podría ocasionar problemas de circulación o la formación de coágulos.
- Curvaturas del pene, ardor al orinar, dolor en el prepucio o inflamación del glande cierran la larga lista de efectos dañinos del jelqing en la salud del hombre.
Si no es seguro…¿por qué sube su práctica?
El crecimiento en la práctica del jelqing se debe, además de al abuso de la pornografía, a tres factores clave:
- falta de información sobre la imposibilidad real de alargar el pene.
- baja autoestima relacionada con problemas de tamaño del pene.
- publicidad engañosa con fines exclusivamente comerciales y sin ningún escrúpulo por acabar dañando la salud de los hombres.