Tenemos claro que todos sabemos lo que es una erección, pero quizá no seamos tan conscientes de los tipos que existen y de por qué se producen, así como de si existe o no relación entre el tamaño del pene y la capacidad de erección.
En este artículo vamos a hablar de todo ello y mucho más. ¿Nos acompañas?
Índice del artículo
¿Cómo funciona la erección?
El sistema reproductor masculino está formado por el pene, el escroto, los testículos, los epidídimos, los conductos deferentes, la uretra, la próstata y las vesículas seminales.
El cuerpo del pene, en el que se produce específicamente la erección, está compuesto por los cuerpos cavernosos, el cuerpo esponjoso y la uretra. Los cuerpos cavernosos son dos grandes estructuras que presentan un tejido poroso, conocido como tejido eréctil, que se llena de sangre cuando se tiene una erección.
En la erección intervienen, principalmente, dos sistemas del cuerpo masculino: el nervioso y el vascular. Esta, por norma general, se iniciará con un estímulo sexual, que puede ser tanto percibido por los sentidos (auditivo, visual, olfativo), como físico, por contacto. Con este estímulo, el cerebro envía una señal al aparato reproductor masculino para que se dilaten las arterias del pene, se llenen los cuerpos cavernosos de sangre y que, gracias a ello, se produzca la erección, aumentando el tamaño del pene y quedando rígido.
Tipos de erección
Existen varios tipos de erecciones: psicógenas, reflejas y nocturnas.
Las erecciones psicógenas son las que se producen con un estímulo, como comentábamos en el punto anterior. Dependen, principalmente, de nuestro cerebro.
Las erecciones reflejas son aquellas que se tienen de forma involuntaria, por mero instinto, con o sin estímulo.
Las erecciones nocturnas se producen durante el sueño, de manera inconsciente, sin estímulos. Durante la misma noche es posible que se produzcan varias erecciones e, incluso, que el hombre puede amanecer con el pene erecto. Este tipo de erecciones, nocturnas y matutinas, no están relacionadas con los sueños eróticos, sino que se producen de forma fisiológica.
¿Existe relación entre la erección y el tamaño del pene?
La respuesta a esta pregunta es: en absoluto. El tamaño del pene no tiene nada que ver con su capacidad de erección.
Sin embargo, en la erección sí que influyen otros factores, como la falta de testosterona, el sobrepeso, las incurvaciones adquiridas de pene (enfermedad de La Peyronie), el consumo de alcohol y/o tabaco, la ansiedad, el estrés, la alimentación poco saludable, la falta de sueño, el consumo de determinados fármacos, la edad, la falta de ejercicio… Hábitos, estados y comportamientos que, como ya hemos visto en otras ocasiones, no favorecen nada a la salud sexual masculina.
¿Cuál es la duración media de una erección?
Desde que comienza la excitación hasta que se alcanza el orgasmo, la erección tiene una duración media de entre 30 y 45 minutos, aunque es posible llegar fácilmente a la hora. No obstante, la duración media de las relaciones sexuales suele ser de unos 15 minutos. Por supuesto en esto no existe una norma, sino que siempre dependerá de las preferencias de cada pareja.
De hecho, existe un análisis, realizado el año pasado por la Universidad de Pensilvania (EE.UU.,) en el que se demuestra que la duración de una relación sexual satisfactoria debe ser de entre 7 y 13 minutos, tiempo más que suficiente para disfrutar del sexo en pareja, sin necesidad de agobiarse por tratar de durar el máximo tiempo posible.
Es más, cuando la relación sexual tiene una duración de 4 horas o más, lo que normalmente se suele relacionar con el consumo de medicamentos específicos para mantener la excitación sexual, se debe acudir al médico. De este problema, conocido como priapismo, hablamos en el siguiente punto.
Priapismo: cuando la erección no llega a su fin
Hay ocasiones en las que las erecciones persisten y se mantienen durante horas, de forma anormal e, incluso, dolorosa.
El problema se origina cuando, tras la eyaculación, no se produce la oxigenación de la sangre acumulada en el pene durante la relación sexual, lo que hace que el pene mantenga su rigidez y que, por ello, la sangre no pueda volver a circular correctamente.
Normalmente, esto suele ocurrir en adultos con problemas de impotencia o disfunción eréctil, por el uso de medicamentos que ayudan a provocar la erección, tanto de tipo oral como inyectados. Si no se trata, el priapismo puede llegar a producir disfunción eréctil permanente o, incluso, a necrosar el pene.
El priapismo también puede tener origen en el consumo de otros tipos de fármacos, como ciertos antidepresivos o antihipertensivos, así como en pacientes con patologías como anemia de células falciformes, leucemia, diabetes o gota, entre otras. Raramente, también puede producirse en niños con enfermedades de base que ocasionan problemas de circulación.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a comprender mejor cómo funcionan las erecciones. Si además quieres saber cómo prevenir la disfunción eréctil, aquí te dejamos un artículo con nuestros consejos.