Hidronefrosis: cuando la orina se atasca en tus riñones

¿Te imaginas una tubería obstruida en tu casa? En la hidronefrosis ocurre algo similar pero en los riñones. Cuando la orina se atasca en tus riñones, no fluye correctamente, se acumula y provoca un hinchazón que puede ser molesto, e incluso peligroso si no se trata a tiempo. En España, la hidronefrosis afecta a alrededor de 1 de cada 1000 personas al año. Aunque no es una enfermedad muy común, es importante conocerla para poder detectarla y tratarla a tiempo.

    ¿Qué puede causar este atasco en los riñones?

    Hay distintas causas. Estas son las más relevantes:

    Piedras en el riñón: son como pequeños «cristales» que se forman en la orina y pueden bloquear el flujo.

    Defectos congénitos: algunos bebés nacen con anomalías en las vías urinarias que pueden provocar hidronefrosis.

    Coágulos de sangre o tumores: aunque menos comunes, también pueden obstruir el flujo de la orina.

    Embarazo: en algunos casos, el útero agrandado puede presionar los uréteres y causar hidronefrosis.

    ¿Cómo saber si tengo hidronefrosis?

    ¿Cómo saber si tengo hidronefrosis?

    Los síntomas más comunes son:

    Dolor en la espalda o el costado

    Náuseas y vómitos

    Hinchazón en el abdomen

    Dificultad para orinar

    Infecciones urinarias frecuentes

    Si presentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a un urólogo. El primer paso para su diagnóstico es un examen físico, que puede completarse con pruebas diagnósticas como una ecografía o un TAC.

    ¿Cómo se trata la hidronefrosis?

     El tratamiento dependerá de la causa y la gravedad de la obstrucción. En algunos casos, basta con observar la evolución y esperar a que la obstrucción se resuelva por sí sola. En otros casos, se pueden utilizar medicamentos para disolver las piedras en el riñón o para relajar los músculos de las vías urinarias. En casos más graves, puede ser necesaria una cirugía para eliminar la obstrucción.

    ¿Cómo se previene?

    La prevención es clave para evitar la hidronefrosis. Estas son las medidas más sencillas para evitar esta alteración renal:

    Beber mucha agua (alrededor de 2 litros al día)

    Mantener una dieta saludable

    Controlar la presión arterial y la diabetes

    No ignores los síntomas. La hidronefrosis es una afección tratable, pero si no se trata a tiempo puede provocar daños graves en los riñones e incluso la insuficiencia renal.

    Recuerda: Si tienes dolor en la espalda o el costado, náuseas, vómitos, hinchazón en el abdomen o dificultad para orinar, consulta a un urólogo lo antes posible. La detección y el tratamiento tempranos son fundamentales para evitar complicaciones graves.

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