El hidrocele se produce a raíz de una acumulación de líquido a lo largo del cordón espermático, en el interior de la bolsa escrotal. Puede ser congénito o adquirido y se manifiesta como una hinchazón testicular, similar a la apariencia de un globo de agua.
Se trata de una patología benigna que suele desaparecer sola y, por tanto, no suele requerir de tratamiento quirúrgico.
Sin embargo, en casos en los que el hidrocele cursa con dolor o infecciones se puede realizar una cirugía denominada hidrocelectomía.
Hidrocelectomía: ¿Cómo es el proceso?
Mediante la hidrocelectomía se elimina el líquido acumulado en el escroto del paciente, lo que hace desaparecer las molestias y la hinchazón asociadas al hidrocele.
El procedimiento se realiza con anestesia local y el procedimiento consiste en practicar una pequeña incisión (3-4 cm) en el escroto, que servirá para poder drenar el líquido acumulado en el hidrocele hasta disminuir su tamaño y, después, extraerlo.
Una vez completada la operación, se sutura la zona y se traslada al paciente a la sala de recuperación, tras la cual puede volver a su casa.