El varón, tanto de niño como cuando ya es adulto, puede presentar diferentes problemas relacionados con el escroto, es decir, la piel que rodea y protege los testículos, los vasos sanguíneos y parte del cordón espermático.
La función principal de los testículos es mantener la temperatura adecuada para que se produzcan, conserven y maduren correctamente los espermatozoides. Cada testículo se compone de:
En los testículos se pueden presentar las siguientes patologías:
1. Masas escrotales
Las masas escrotales son abultamientos o agrandamientos del escroto, ocasionados por la acumulación de líquido (hidrocele) o sangre (hematocele), o bien por la dilatación de las venas en el cordón espermático (varicocele) o porque hay un quiste de líquido y células espermáticas muertas (espermatocele).
2. Torsión testicular
La torsión testicular se origina por la torsión del cordón espermático, que es el que sostiene los testículos en el interior del escroto y los conecta con el resto del tracto genital.Cuando esta se produce, el testículo deja de recibir riego sanguíneo y, por ende, de oxigenarse. Sus síntomas son el dolor y el engrosamiento del testículo, y para su tratamiento se debe acudir rápidamente al urólogo y así evitar una necrosis.
3. Epididimitis
La epididimitis es la infamación del epidídimo, el conducto que une el testículo a los vasos deferentes, que son los que intermedian en el recorrido del semen entre el epidídimo y los conductos eyaculatorios.
Se presenta con mayor frecuencia en varones jóvenes, sobre todo entre los 19 y los 35 años, y suele estar ocasionada por la propagación de una infección bacteriana, como infecciones de transmisión sexual como la gonorrea o la clamidia.
Se presenta como una pequeña protuberancia enrojecida en el escroto que se percibe con mayor sensibilidad. Se debe tratar con antibiótico, tanto a la persona afectada como a las personas con las que haya mantenido relaciones sexuales.
4. Orquitis
Se trata de la infamación de uno o de ambos testículos. Normalmente, la orquitis suele aparecer después de la pubertad y es causada por una infección, siendo el virus más común el de las paperas, así como por una enfermedad de transmisión sexual como la clamidia o la gonorrea. Se trata con antibiótico.
5. Criptorquidia (‘testículo escondido’)
La criptorquidia es una patología que se produce cuando, antes de nacer y más normalmente en los bebés prematuros, uno o ambos testículos no descienden al escroto.
Se suele curar sola durante el primer año de vida; sin embargo, si esto no ocurre, se deberá iniciar un tratamiento mediante inyecciones de hormonas para hacer descender el o los testículos, o recurrir a la cirugía (orquiopexia), a través de la que se evita, además, una posible esterilidad en el futuro.
6. Quistes testiculares
Existen varios tipos de quistes testiculares, en función del lugar en el que estén localizados.
El quiste del cordón suele estar presente en el varón desde antes de nacer, pues se forma en el embrión, y consiste en una pequeña formación ubicada en el trayecto del cordón espermático.
El quiste hidrocele también aparece antes del nacimiento, pero se diferencia del del cordón en que la acumulación de líquido tiene lugar en la parte final del conducto.
El quiste del epidídimo, por su parte, es la acumulación de líquido en el trayecto del epidídimo, conducto procedente del testículo.
Por regla general, los quistes suelen desaparecer pero, si se observa que no son benignos o que ha aumentado su tamaño, se pueden operar.
7. Orquiepididimitis
La orquiepididimitis es la infamación del epidídimo y el testículo, generalmente a un lado del escroto, aunque puede afectar a ambos.
Podría estar causada por una infección del tracto urinario o de la próstata o por una lesión.
Se detecta a través del dolor y la infamación, entre otros síntomas.
Su tratamiento se lleva a cabo a través de antibióticos y antiinfamatorios, en caso de necesidad, para mitigar el dolor.
8. Dolor testicular
El dolor testicular, como su propio nombre indica, es un dolor localizado en uno o en ambos testículos, denominado orquialgia, que también se puede reflejar en la parte inferior del abdomen. Como consecuencia de este, se pueden generar otros síntomas como náuseas y/o mareos.
Las causas para que se produzca el dolor testicular son muy variadas y pueden estar originadas por diferentes factores, tales como la aparición de una lesión testicular, infamación, traumatismo como consecuencia de una actividad deportiva o golpe accidental, varicocele…
Normalmente, el dolor testicular, sobre todo cuando está originado por un golpe, desaparece en una hora, pero si persiste se debe consultar con el especialista para que examine si existe algún problema.
9. Varicocele
El varicocele es la dilatación de las venas que forman parte del cordón espermático, que son las encargadas de conducir la sangre por los testículos.
Cuando se forma el varicocele, la sangre deja de circular de la forma adecuada en los testículos y se acumula en un punto concreto. Por norma general, suele afectar al lado izquierdo.El varicocele es un problema común entre los varones jóvenes, normalmente entre los 15 y los 25 años de edad, es asintomático y puede perjudicar a la fertilidad masculina, ya que hace disminuir el número y la movilidad de los espermatozoides.
En los varones mayores, el varicocele puede estar ocasionado por un tumor renal que esté bloqueando el riego sanguíneo a una vena.
Las molestias desaparecen cuando se lleva un soporte escrotal o ropa interior más ajustada y, en caso de necesitar cirugía, se realiza un procedimiento denominado varicocelectomía, en el que se redirige el flujo de la sangre para que todo vuelva a funcionar con normalidad.
10. Hidrocele
El hidrocele tiene lugar cuando se produce una acumulación de líquido a lo largo del cordón espermático, en el interior de la bolsa escrotal.
Se trata de una patología común en los recién nacidos que se presenta cuando el conducto por el que descienden los testículos del feto desde el abdomen no se cierra por completo, lo que hace que descienda el líquido del abdomen y se quede en el escroto.
También se puede producir en varones mayores, por acumulación de líquido alrededor del testículo, porque se produce en demasía o porque no se termina de drenar, o bien a raíz de una infamación del testículo o del epidídimo. El hidrocele se manifiesta como una hinchazón testicular, similar a la apariencia de un globo de agua, y puede darse en ambos lados del escroto.
Se trata de una patología benigna que suele desaparecer sola y que, por ello, no requiere de tratamiento quirúrgico. El tratamiento quirúrgico es únicamente necesario cuando el hidrocele cursa con dolor o infecciones.