Biopsia de próstata
La biopsia es un procedimiento a través del cual se recogen diminutas muestras de un tejido para ser analizadas en el laboratorio y determinar si son de carácter benigno o si, por el contrario, están compuestas por células tumorales.
¿En qué consiste la biopsia de próstata?
La biopsia de próstata se realiza cuando se ha observado un aumento del antígeno prostático específco (PSA) o en casos en los que se sospeche de la presencia de un tumor tras un tacto rectal. Sirve para diferenciar entre una hiperplasia benigna de próstata (HBP) y un tumor de próstata.
Biopsia de próstata: El proceso
El procedimiento se lleva a cabo en la propia consulta de urología con anestesia local o sedación.
Durante el mismo, se introduce una sonda a través del recto que, cuando llega a la próstata, extrae unas 10-12 muestras milimétricas de tejido prostático que serán analizadas con un microscopio.
Después de una biopsia de próstata
Tras la realización de la biopsia de próstata pueden aparecer algunas molestias o complicaciones, tales como la presencia de sangre en el semen (hemospermia) y, más ocasionalmente, en la orina (hematuria) o en las heces (rectorragia). Estos efectos son leves y suelen desaparecer unos días después de esta prueba.
La biopsia de próstata suele repetirse cuando los resultados obtenidos arrojan una conclusión negativa pero el PSA sigue subiendo, cuando la primera biopsia mostraba una lesión sospechosa de cáncer pero no diagnóstica o bien si se detecta un cáncer de próstata de bajo riesgo y se decretó la vigilancia activa del tumor, por lo que se tendrán que realizar biopsias de manera periódica.