Incontinencia urinaria
La incontinencia o insuficiencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina por la pérdida de control de la vejiga.
Se trata de una patología que afecta al doble de mujeres que de hombres.
Tipos de incontinencia urinaria
Existen dos tipos de incontinencia urinaria: la incontinencia de esfuerzo y la incontinencia de urgencia.
En el primer caso, se trata de la pérdida involuntaria de orina por la realización de un esfuerzo corporal como toser, reír o andar.
En el segundo, refleja la pérdida involuntaria de orina acompañada o precedida de la sensación de urgencia, es decir, la persona que la padece siente la urgencia de orinar.
Incontinencia urinaria: Causas y factores de riesgo
En el caso de las mujeres, el embarazo, el parto vaginal y la diabetes mellitus son factores de riesgo de la incontinencia urinaria.
En el caso de los hombres, la edad avanzada, las infecciones, los trastornos neurológicos, el deterioro funcional y cognitivo y la prostatectomía son algunos de los factores de riesgo.
Además de estos orígenes, la incontinencia urinaria puede tener origen en otras causas como la obesidad, los daños musculares causados por cirugías o el uso de algunos tratamientos farmacológicos.
Síntomas de la incontinencia urinaria
Los síntomas de la incontinencia son notables y pueden generar que los pacientes que la sufren se sientan atrapados en su domicilio o necesiten depender de un baño durante todo el día, bien porque tengan incapacidad para retener la orina, o bien por tener una necesidad de orinar con mayor frecuencia de la habitual (más de 8 veces al día).
¿Cómo se diagnostica la incontinencia urinaria?
El diagnóstico de la incontinencia urinaria se lleva a cabo a través de un exhaustivo análisis que comienza con la realización de una historia clínica completa, en la que se evalúan factores como la movilidad del paciente, sus tratamientos previos o su estado mental, entre otros.
Este se complementa con un diario miccional en el que cada paciente registra la frecuencia en la que orina, con un examen físico en el que se preste especial atención a las zonas perianal y anal, además de una evaluación del signo de incontinencia para la que se hace al paciente toser o hacer un esfuerzo físico para provocar el escape urinario, así como con otras pruebas como el análisis de orina, los estudios urodinámicos, las pruebas de imagen (ecografía, radiografía) o la endoscopia (uretrocistoscopia).
Tratamiento de la incontinencia urinaria
Con el tratamiento de la incontinencia urinaria se pretende mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
Para escoger el tratamiento más adecuado, se debe evaluar cada caso de forma personalizada, tanto mediante las pruebas diagnósticas como a través de los cuestionarios sobre la calidad de vida (ICIQ-SF), para evaluar el verdadero impacto que la incontinencia urinaria representa sobre la vida de cada paciente.
El tratamiento de la incontinencia urinaria consiste en la rehabilitación muscular del suelo pélvico (ejercicios de Kegel) y la cirugía.