Hiperplasia benigna de próstata (HBP)
¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata (HBP)?
La próstata es una pequeña glándula situada bajo la vejiga de los hombres, justo delante del recto. En varones adultos, tiene el tamaño de una nuez y su función es ayudar a producir el semen que se transporta desde los testículos hasta el pene en el momento de la eyaculación.
Esta glándula dobla su tamaño a los 20 años de edad, con el incremento de los niveles de testosterona, y deben pasar varios años hasta que se produzca su siguiente aumento de tamaño. A partir de los 40 años se puede producir un segundo agrandamiento, que se denomina hiperplasia benigna de próstata (HBP).
Se trata de un agrandamiento bastante común en los varones mayores de 40 años que, como su propio nombre indica, no tiene implicación cancerígena.
Síntomas de la hiperplasia benigna de próstata
A medida que la próstata aumenta de tamaño, obstruye el flujo de la orina en la uretra, lo que hace que se dificulte la función de orinar y cada vez sea más complicado que se vacíe la vejiga por completo.
Entre los síntomas más comunes, puede ocurrir que se produzca molestia o dolor al orinar (disuria), que se incremente la frecuencia urinaria de día y/o de noche (nocturia) y que se perciba mayor urgencia por ir al baño.
Diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata
Es recomendable que, con los primeros síntomas, se acuda al especialista para que a través de una exploración física pueda determinar el posible agrandamiento de la próstata. Si no se trata, al no permitirse el vaciado completo de la vejiga, la hiperplasia benigna de próstata podría producirse una infección bacteriana y afectar a los riñones.
Tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata
El tratamiento de este tipo de afecciones suele ser a través de medicación, con los denominados bloqueadores alfa, bloqueadores de la testosterona, que relajan los músculos de la vejiga y la próstata y permiten orinar más fácilmente. En la mayor parte de los casos se perciben mejoras en los días siguientes a la ingesta de esta medicación.
Además del tratamiento médico, la hiperplasia benigna de próstata se puede tratar por medio de la cirugía, a través de varios tipos de procedimientos (resecciones, incisiones, ablación, prostatectomía o termoterapia), que mejoran los síntomas de forma notable.