Tener una vida sexual plena es fundamental para cualquier persona a lo largo de su existencia, desde la juventud hasta la madurez.
Cuando hablamos de vida sexual, como tal, nos estamos refiriendo a conceptos como el sexo, la sexualidad, el erotismo, el placer, la intimidad con la pareja y la reproducción, entre otros; aspectos que debemos tratar de mimar para lograr el correcto equilibrio de todo aquello que englobamos en lo que para nosotros significa el concepto de vida saludable.
Sin embargo, la vida sexual puede verse afectada o interrumpida cuando surgen problemas como la disfunción eréctil.
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Vida sexual: ¿Cómo afecta la disfunción eréctil?
Casi todos los hombres podrán experimentar algún problema de erección a lo largo de su vida. Sin embargo, se considera disfunción eréctil -también denominada impotencia sexual-, el periodo de más de 3 meses en el que existen problemas para tener o mantener erecciones, previas o durante las relaciones sexuales.
En España, a pesar de que no se tienen registros oficiales, se calcula que alrededor de 2 millones de hombres podrían padecer este problema. La disfunción eréctil suele afectar más a partir de los 40 años, aunque la experiencia nos muestra que puede llegar a producirse a cualquier edad.
Esta situación afecta de lleno tanto al varón como a su pareja, y tanto de forma física como psicológica, ya que conlleva el hecho de no posibilitar la práctica de relaciones sexuales satisfactorias, impidiendo por ello tener una vida sexual plena.
A menudo, la disfunción eréctil responde a causas psicológicas y trastornos emocionales -estrés, ansiedad, depresión, incertidumbre laboral y general, falta de autoestima…- que, hoy en día, están afectando a una mayor cantidad de personas o se han agravado como consecuencia del Covid y de todo lo que esta pandemia ha traído consigo. Este tipo de problemas hacen que el diagnóstico se complique, ya que podemos no ser conscientes de que pueden estar afectando de lleno a nuestra vida sexual sin que nosotros los liguemos a la dificultad para tener erecciones.
No obstante, también hay otras razones que ocasionan disfunción eréctil, como tener problemas vasculares, hipercolesterolemia, obesidad o diabetes; tomar determinados medicamentos, como los antidepresivos, que pueden desencadenar el problema; fumar y padecer problemas hormonales, como una falta de testosterona.
Es importante, por ello, conocer bien el problema y sus orígenes para poder prevenirlo, así como consultarlo y poner todas las medidas para solucionarlo en caso de que se produzca. Además, es fundamental no dejarlo pasar hasta que se solucione por sí solo, cosa que no va a suceder, tratando de verbalizar lo que ocurre y compartirlo con la pareja, entenderlo entre los dos y recibir el apoyo que ambos necesitan para seguir compartiendo una vida sexual satisfactoria.
4 consejos para mejorar la vida sexual cuando se padece disfunción eréctil
Como hemos visto, la vida sexual es clave para gozar de una buena salud a nivel global. Por eso, debemos cuidarla y tratar de centrarnos más en ella cuando tenemos un problema, como la disfunción eréctil, que pueda perjudicarla. Toma nota de nuestros consejos:
1. Apóyate en tu pareja. La comprensión, el conocimiento y el apoyo de la pareja son claves para mejorar la vida sexual cuando se padece disfunción eréctil. Por un lado, nuestra pareja nos puede animar a consultar el problema y, por otro, será necesaria su participación en todo el proceso para nuestra mutua recuperación.
2. Apóyate en tu urólogo. No esperes a que el problema empeore y te lleve a situaciones indeseadas tanto para ti como para tu pareja, y consúltalo con tu urólogo de confianza. Será la mejor decisión que puedas tomar, pues el especialista no te juzgará, sino que tratará el tema con naturalidad, llevando a cabo tu diagnóstico, buscando la razón que está causando el problema y recomendándote la solución que mejor se adapte a tu caso y tus necesidades.
3. Vigila tu salud. La disfunción eréctil puede ser el indicador que dé la primera alerta sobre la presencia de otros problemas de salud, como la hipertensión arterial, los problemas cardíacos, la enfermedad de Parkinson, el descenso de testosterona o la ateroesclerosis (obstrucción de los vasos sanguíneos), entre otros. Por eso, debemos vigilar nuestra salud general regularmente, sobre todo a partir de los 40-50 años.
4. Practica hábitos saludables. Es fundamental para todos mantener una vida sana con respecto a aspectos como la alimentación, el ejercicio físico, el descanso, el cuidado de la mente y, por supuesto, la vida sexual, y esto solo podremos conseguirlo procurando a cada una de estas áreas la dedicación que se merece.
