A partir de los 50 años, aproximadamente, se produce en la mujer un proceso fisiológico natural de retirada de la menstruación que todos conocemos como menopausia. Pero… ¿Y si te dijéramos que en el caso del hombre ocurre un proceso similar asociado a la edad?
La menopausia masculina, popularmente denominada andropausia se conoce, en terminología más técnica, como hipogonadismo de inicio tardío. Se trata, sencillamente, de la disminución de la producción de testosterona, la hormona sexual masculina por excelencia. Sin embargo, en el caso del varón, se diferencia de la menopausia femenina porque no compromete su fertilidad, su aparición es lenta y progresiva con lo que los síntomas pasan desapercibidos.
¿A qué edad tiene lugar la andropausia?
Es, alrededor de los 40 años, cuando comienza en el varón este proceso fisiológico en el que experimenta el inicio del descenso de los niveles de testosterona. De hecho, a los 70 años se presentan niveles muy bajos, de alrededor del 10% de lo que estos habían representado durante la juventud. Sin embargo, además de la edad, hay otras razones como el estrés, la ansiedad, la depresión, el consumo de alcohol o la obesidad, por las que se puede acelerar el proceso.
Exactamente igual que ocurre en el caso de la mujer, cuando aparece la andropausia se producen una serie de cambios y síntomas en el varón, como cansancio, variaciones en el estado de ánimo, disfunción eréctil, sofocos, falta de libido, sudoración excesiva, aumento de peso, ansiedad, pérdida de masa muscular, irritabilidad, problemas circulatorios, pérdida de energía… Y, además, se trata de un momento en que se debe prestar especial atención al debilitamiento óseo –osteoporosis- y mantener a raya el sistema cardiovascular para evitar riesgos.
Andropausia y vida sexual: ¿son compatibles?
Entre los síntomas más comunes que produce el descenso de testosterona en el varón están algunos directamente relacionados con la esfera sexual, como la disminución de la libido o la disfunción eréctil.
A pesar de que el hombre puede llegar a sentir que pierde por completo su masculinidad, en estos casos es fundamental mantener una actitud positiva, adaptarse a los cambios y entender esta nueva etapa como el comienzo de un momento diferente de la vida que no tiene por qué ser peor a lo ya experimentado.
El varón debe ser plenamente consciente y estar informado sobre los cambios que está experimentando, y deberá comunicar sus síntomas con naturalidad, tanto a su médico como a su pareja. Como decimos, es clave la comunicación entre la pareja para que se refuerce la relación de confianza, que se haga a la mujer partícipe del proceso, sobre todo porque quizá en su caso también esté atravesando la menopausia; todo ello para evitar la frustración, el hecho de que ambos puedan llegar a sentirse solos y que la relación sexual acabe convirtiéndose en un auténtico conflicto.
El sexo no es una propiedad exclusiva de los jóvenes, sino que se puede practicar durante toda la vida. Se trata, por tanto, de seguir disfrutando en la esfera sexual durante la madurez, con sus pros (grado de experiencia) y sus contras (menor lubricación de la mujer, erecciones más cortas y menos fuertes), tanto en el caso del hombre como en el de la mujer.
Será diferente, pero dado que la relación sexual está pensada por y para los dos, lo ideal es dejarse llevar y tratar de disfrutar lo máximo posible con cada encuentro.
¿Qué hacer cuando tenemos síntomas?
Cuando aparecen los síntomas es recomendable acudir al especialista en andrología para que este pueda comprobar, a través de un análisis, los niveles de testosterona en sangre.
A pesar de que la andropausia es un proceso transitorio que ocurre de forma natural con la edad, es posible restablecer con facilidad los niveles hormonales normales mediante la administración controlada de testosterona (tópica o intramuscular) y, con ello recuperar, entre otros factores, la libido.
Si estás experimentando alguno de los síntomas de los que te hemos hablado en este artículo o estás cerca de los 50 y quieres saber más sobre andropausia y cómo enfrentarse a ella, no dudes en contactar con nosotros. En Clínicas García Reboll podemos ayudarte.