La disfunción eréctil afecta a alrededor de 2 millones de varones españoles prevaleciendo, especialmente, a partir de los 40 años. Sin embargo, según el estudio EDEM (Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina), menos del 20% de los afectados consultan al médico por este problema, pues la disfunción eréctil se ha considerado desde siempre un tabú.
Popularmente conocida como “impotencia sexual”, la disfunción eréctil se produce cuando existe dificultad para lograr o mantener la erección durante un periodo de tiempo superior a tres meses.
Se trata de una afección que genera malestar, pues perjudica de forma directa al autoestima y la calidad de vida de la persona, así como a la relación de pareja, ya que impide mantener relaciones sexuales satisfactorias.
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Causas de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil puede ser de tipo orgánico, como consecuencia de patologías o lesiones hormonales y/o locales; psicógeno, es decir, como consecuencia de una situación o problema psicológico; o mixto, por la combinación de ambos factores.
Así mismo, esta afección puede tener origen en determinadas enfermedades, trastornos emocionales o en el consumo de ciertos medicamentos, entre otras causas.
- Las enfermedades vasculares, algunas enfermedades cardíacas, la hipertensión arterial, la esclerosis múltiple, la dislipidemia (colesterol alto), la obesidad, la diabetes o la incurvación de pene o enfermedad de La Peyronie, son algunas de las patologías que pueden tener efectos negativos en la erección. También el consumo de tabaco es determinante para la aparición de este trastorno sexual.
- Trastornos emocionales como la ansiedad, el estrés y la depresión provocan una caída del autoestima que puede ocasionar trastornos en la erección.
- La toma de algunos medicamentos como los antidepresivos, los diuréticos o los antihipertensivos pueden derivar o tener como efecto secundario la disfunción eréctil.
- Los problemas hormonales o la falta de testosterona, hormona sexual masculina por excelencia, también pueden ser causa de la disfunción eréctil.
Tratamiento de la disfunción eréctil
Aunque la disfunción eréctil se puede prevenir haciendo ciertos cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, descansar lo máximo posible, practicar ejercicio habitualmente, no consumir alcohol, controlar el peso y acudir al psicólogo cuando se observan los primeros síntomas de ansiedad o depresión, es fundamental acudir a la consulta con el urólogo para evitar que, una vez esta aparece, evolucione y se repita en el tiempo.
Para el tratamiento de esta patología sexual, en función del caso de que se trate y de la causa en la que esta radique, el especialista podrá decidir si recomienda al paciente una terapia farmacológica, psicológica, quirúrgica o de aplicación local, como la terapia con ondas de choque de baja intensidad.
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