La vida diaria, que a menudo se resume en ir a trabajar, dormir menos horas de las que necesitamos y ocuparse de problemas y tareas rutinarias, es normal que nos agote. Sin embargo, la libido o deseo sexual no tiene por qué desaparecer a causa de ello.
La disminución de la libido o falta de apetito sexual es el descenso de interés de una persona por todo lo que tiene que ver con el plano sexual. Esta situación se puede producir tanto en el hombre como en la mujer, aunque suele ser más común en el sexo femenino.
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¿Qué es la libido en el hombre?
La libido o apetito sexual en el hombre representa el deseo sexual del varón, algo que se da por hecho porque refleja la masculinidad, al mismo tiempo que parece verdaderamente innato y natural. Sin embargo, en ocasiones el apetito sexual puede fallar.
Parece que, si un hombre pierde el deseo sexual, es un problema mucho más grave de lo que realmente es. Si a ello le sumamos el miedo a reconocer este síntoma y compartirlo con un especialista, podemos entrar en una situación complicada, sobre todo a nivel psicológico y para la pareja, que es más fácil de solucionar de lo que generalmente pensamos.
Es por ello fundamental tener en cuenta que existen expertos en estos temas que pueden ayudarnos y devolvernos la autoestima y la calidad de vida.
En el caso de la mujer, sin embargo, ocurre que, por norma general, no ha sido educada a nivel sexual. Además de ello, se tiende a comparar al hombre y a la mujer, como si fueran iguales, algo que es un error, pues el deseo sexual se identifica e interpreta de diferentes maneras en ambos sexos. Por eso, es posible que un mayor número de mujeres experimenten este tipo de problemas.
¿Por qué se produce el descenso de libido?
No existe un nivel de deseo sexual o libido “normal” o “deseado”, sino que se trata de un concepto subjetivo que cada uno debe estimar, tanto a nivel individual como en pareja.
Nosotros mismos conocemos nuestro estado y sabemos cuándo algo nos está afectando de una u otra manera, por lo que nuestro propio “nivel” de libido irá variando en función del momento del día y a lo largo de nuestra vida.
Puede ser más normal, como decíamos en el inicio de este artículo, sobre todo entre semana, que por cansancio no nos apetezca tanto tener relaciones sexuales y pongamos por encima nuestra necesidad de descanso. Pero, como ya hemos dicho, esto no está reñido con el apetito sexual.
Pero, existen otras causas, físicas y psicológicas, que pueden producir esta disminución de la libido:
- Enfermedades como: diabetes, fibromialgia, trastornos de la tiroides, patologías cardiovasculares o trastornos alimenticios, entre otras.
- Déficit de testosterona.
- Medicamentos (antidepresivos, anticonceptivos (en la mujer), hipertensión…).
- Estrés.
- Ansiedad.
- Problemas de pareja.
- Dolor durante el sexo.
- Eyaculación precoz.
- Disfunción eréctil.
¿Qué comer para aumentar la libido? + 5 consejos para potenciar el apetito sexual
Aunque, cuando experimentamos un descenso de apetito sexual lo ideal es que consultemos nuestro problema con un especialista, desde Clínicas García Reboll compartimos contigo una serie de alimentos y consejos para aumentar la libido. La dieta no lo es todo, pero sí es un factor muy importante que puede ayudarnos a tener mejor salud y, con ella, mayor calidad de vida. ¡Toma nota!
Los frutos rojos, como las fresas, los arándanos o las frambuesas, los frutos secos, el aguacate, la sandía, el ginseng, el azafrán, las ostras, el chocolate, la vainilla, las espinacas, la granada, el jengibre y los pescados azules, entre otros, son alimentos que, por sus propiedades (vitaminas, minerales, grasas saludables), producen un efecto en el cuerpo que ayuda a incrementar el deseo sexual.
Además, para aumentar la libido, debemos seguir los siguientes consejos:
- Evitar el consumo de alcohol, de alimentos ricos en grasas saturadas (productos de bollería industrial, alimentos ultraprocesados, salsas…) y de bebidas azucaradas.
- Basar nuestra dieta en el consumo equilibrado de alimentos saludables, como pescados blancos y azules, carnes magras, verduras y frutas, hidratos de carbono integrales, frutos secos, lácteos de calidad, grasas saludables…
- Tomar conciencia de nuestro cuerpo y aceptarnos tal y como somos.
- Evitar la monotonía con nuestra pareja, intentando hacer planes diferentes, tener encuentros sexuales en otros momentos y lugares que no sean los de costumbre, probar juegos, explorar prácticas nuevas…
- Comunicar siempre a nuestra pareja cómo nos sentimos y lo que nos ocurre, tanto en el plano sexual como a todos los demás niveles.
Como ya te comentamos al principio, si sientes que tu libido prácticamente ha desaparecido, lo ideal es que consultes con un especialista de confianza, con el que puedas compartir tus síntomas y cómo te sientes. En Clínicas García Reboll nuestro equipo estará encantado de atenderte cuando lo necesites. Puedes ponerte en contacto con nosotros aquí.