Me van a operar la próstata. ¿Cuál es la mejor técnica?

En Clínicas García Reboll a menudo recibimos consultas de los pacientes con hiperplasia benigna de próstata (HBP) a los que se les ha recomendado que deben ser intervenidos debido a que presentan síntomas como chorro miccional débil, dificultad para iniciar o mantener el chorro de la orina, orinar en dos tiempos, prisas por orinar o necesidad de ir a menudo al WC. La indicación quirúrgica debe ser establecida cuando la medicación oral ya no es eficaz, es decir, a pesar de los fármacos que su especialista le ha prescrito no solo no consigue mejorar los síntomas, si no que estos han podido empeorar.

Es en estos casos cuando el urólogo le indicará que debe ser intervenido quirúrgicamente. Pero… ¿Cuál es la mejor técnica a realizar?

Existen dos formas de abordar la hiperplasia benigna de próstata: el clásico abordaje abdominal, abierto, mediante una incisión por debajo del ombligo denominada adenomectomía abierta, y el acceso endoscópico a través de la uretra o transuretral, es decir, “sin herida”.

En el primer caso, indicado en próstatas de gran tamaño, el urólogo le explicará que, bajo anestesia general, realizará una incisión transversal o vertical en la parte baja del abdomen. A través de la herida quirúrgica se accede a la próstata y se extrae la parte interior obstructiva de la misma (adenoma) dejando la cápsula o “corteza”. Se podría comparar la próstata con una naranja, ya que se trata de extraer los gajos y dejar la piel. De esta forma, cuando la orina pasa por el interior de la próstata, la atraviesa con mayor facilidad. Esta técnica se suele realizar en aproximadamente 60-90 minutos y requiere una hospitalización entre 3 y 5 días, manteniendo la sonda vesical durante la estancia. Conlleva una mayor pérdida de sangre que el resto de las técnicas, pero no suele requerir transfusión.

Cuando la próstata es de pequeño tamaño, está indicado el acceso transuretral a través del conducto de la orina, con lo que el paciente no verá herida quirúrgica o cicatriz alguna. Desde hace muchos años la técnica de elección en estos casos era la resección transuretral de próstata, técnica realizada bajo anestesia raquídea, similar a la epidural de los partos, en la que el urólogo introduce un instrumental a través del pene y consigue fragmentar la parte interna obstructiva de la próstata, dejando la cápsula intacta. Dichos fragmentos serán aspirados y remitidos para analizar. La intervención dura aproximadamente 1 hora, hay escasa pérdida de sangre y el paciente permanece con sonda y hospitalizado durante 3-4 días. Le espera, al igual que en la técnica anterior, un postoperatorio en su domicilio, de reposo con micciones frecuentes, discreto escozor al orinar y orinas de color rosado durante 7-14 días.

En ambas técnicas, abierta y resección transuretral, se obtiene muestra para estudio patológico, lo que es importante, ya que marca la diferencia con respecto a la tercera técnica: el láser.

Desde hace ya casi 15 años, y con las mejoras tecnológicas, han ido surgiendo diferentes formas de eliminar el tejido obstructivo prostático con la utilización de energías láser de distintos tipos. Los más conocidos son el láser verde y el láser rojo, que deben sus nombres al color de la luz que emiten cuando se activan. Su eficacia es similar, la elección de uno u otro depende de la familiaridad del urólogo con cada uno de ellos y ambos se aplican por vía transuretral. Es decir, supone anestesia raquídea, una cirugía de aproximadamente 1 hora y una estancia hospitalaria de 24 horas con sonda. Prácticamente no hay pérdida de sangre y la incidencia de efectos adversos es menor que con las otras técnicas. Se suele dar el alta hospitalaria a las 24 horas, sin sonda y con síntomas como ganas frecuentes y prisas por orinar y orinas claras o muy discretamente rosadas. La incorporación a la actividad normal es más rápida que con las otras técnicas, ya que la agresividad quirúrgica es menor.

Sin embargo, aunque aparentemente esta podría ser la técnica de su elección, tiene un inconveniente importante, y es el hecho de no disponer de tejido prostático para analizar. Esto es clave en los pacientes en los que el marcador prostático tumoral (PSA) tiene oscilaciones por encima de lo normal y no tenemos certeza de que se trata de un problema no-maligno. Siempre podemos recurrir a la biopsia de próstata, pero no debemos olvidar que la sensibilidad de la biopsia de próstata no es elevada; es decir, no siempre que el urólogo le informa de que la biopsia es normal significa que esta lo sea.

En resumen, no existe una técnica ideal y común a todos los pacientes con hiperplasia benigna de próstata. Su urólogo deberá tener en cuenta factores como la edad, las patologías concomitantes, los fármacos que toma, el tamaño de la próstata, el marcador tumoral, los síntomas, su actividad laboral… Antes de recomendarle la técnica más adecuada en su caso.

En Clínicas García Reboll estaremos encantados de poder ayudarle a la hora de decidir cuál es la técnica más adecuada en su caso concreto, para que tenga toda la información y pueda operarse dónde y cuándo desee. Puede contactar con nosotros sin compromiso aquí.

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2 replies on “Me van a operar la próstata. ¿Cuál es la mejor técnica?

  • Juan Jose

    Tengo 65 años con HBp. Hace unos días me hicieron resonancia magnética y me salía próstata de 68 grs con lóbulo Medio . Conclusión prostatitis focal grado 3 . Hace ya un tiempo el urólogo me sugirió una operación. Todavía me mantengo activo sexualmente y no quisiera ni perder erección ni tener eyaculación retrógrada. Que tipo de intervención sería la más adecuada para mi? Muchas gracias

  • Clínicas García Reboll

    Buenos días Juan José. Si todavía estás barajando la intervención escríbenos un correo con más detalles a info@garciareboll.com y trataremos de resolver tus dudas.
    Gracias por tu confianza.

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