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Cáncer de próstata

Cáncer de próstata

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula masculina del tamaño de una nuez que interviene en la producción del semen. Esta glándula se encuentra en la pelvis, delante del recto, justo debajo de la vejiga y rodeando la uretra, lo que hará que, cuando se infame o cambie de forma, cause molestias al paciente en el momento de orinar.

¿Qué es el cáncer de próstata?

En el cáncer de próstata se forman células cancerosas en los tejidos de la próstata.

Es el segundo tipo de cáncer, después del de la piel, más frecuente entre los varones en el mundo, y suele presentarse en edades a partir de los 50 años.

En España, el cáncer de próstata es el tipo de tumor que más se detecta en el sexo masculino: más de 30.000 hombres españoles lo padecen cada año.

Es una enfermedad difícil de detectar, ya que no manifiesta síntomas reconocibles.

Factores de riesgo del cáncer de próstata

Aunque se desconocen las causas del cáncer de próstata, existen algunos factores de riesgo.

Los factores de riesgo del cáncer de próstata son:

  • Edad: la prevalencia de los tumores prostáticos aumenta a partir de los 50 años.
  • Raza: el cáncer de próstata se manifiesta de forma más frecuente en varones de raza negra.
  • Lugar de residencia: este tipo de cáncer es más común en Norteamérica y en el noroeste de Europa, Australia y las islas del Caribe.
  • Antecedentes familiares: cuando algún familiar, como el padre o un hermano, ha padecido cáncer de próstata, las probabilidades aumentan.
  • Cambios genéticos: mutaciones genéticas hereditarias como los genes RNASEL o BRCA1 y 2 y mutaciones genéticas adquiridas.

Síntomas del cáncer de próstata

En los primeros estadios, el cáncer de próstata suele ser asintomático. No obstante, puede presentar síntomas similares a los que se relacionan con la hiperplasia benigna de próstata (HBP), como la incontinencia urinaria o la excreción frecuente de orina, tanto de día como de noche (nocturia).

Cáncer de próstata

 

Cuando el tumor está en los estadios iniciales, los síntomas suelen ser obstructivos y, además, puede aparecer hematuria (sangre en la orina) y puede generar dolor lumbar y dificultades en las relaciones sexuales.

Cuando el tumor está en estadio avanzado puede provocar, además, hinchazón en las piernas, dolores óseos, debilidad en las piernas, insuficiencia renal, pérdida de apetito y de peso o anemia.

Prevención del cáncer de próstata

Puesto que el cáncer de próstata es asintomático y, como consecuencia, muy difícil de detectar, la prevención juega un papel fundamental para evitar encontrarlo en estadio avanzado.

Por ello, se recomienda a todos los varones acudir una vez al año a una revisión para comprobar el estado de su sistema urinario completo.

Para detectar el cáncer de próstata se realizan las siguientes pruebas: examen físico y entrevista personal con el paciente para conocer sus hábitos de vida y los antecedentes médicos, examen rectal digital, prueba del antígeno prostático
específico en sangre (PSA), ecografía transrectal, grado del cáncer de próstata (puntuación Gleason, grados 1-5), resonancia magnética transrectal y biopsia.

La importancia de la detección precoz en el cáncer de próstata

A partir de los 45 años, sobre todo cuando se tiene algún antecedente familiar, es recomendable hacerse chequeos anuales de próstata para la detección precoz del cáncer que se puede producir en esta glándula.

A nivel mundial, el cáncer de próstata es el segundo tipo de cáncer más diagnosticado en varones. Sin embargo, en España, el cáncer de próstata presenta la incidencia más alta, una cifra que aumenta de forma considerable con el paso de los años.

La revisión de la próstata consiste en realizar un examen físico y un tacto rectal, junto a una analítica de sangre y orina. El examen físico sirve para explorar el abdomen y los genitales en busca de posibles anomalías; el tacto rectal ayuda a detectar el posible incremento de tamaño de la próstata; y con los análisis se valora, aparte de creatinina y glucemia, entre otros factores, el antígeno prostático específico o PSA, un marcador tumoral que, si aparece alterado, indica la necesidad de realizar una biopsia de próstata para confirmar la neoplasia.

¿Cómo se tratan los tumores prostáticos?

Tras conocer el diagnóstico y el estadio en el que se encuentra el tumor, se procede a llevar a cabo el tratamiento del cáncer de próstata.

Este se puede realizar a través de la cirugía, en la que se extirpa el tumor para evitar que las células cancerígenas se propaguen a los órganos vecinos, así como a la sangre y los ganglios; con radioterapia para eliminar las células cancerígenas; con terapia hormonal, sobre todo en estadios avanzados, que impide que las células cancerígenas obtengan hormonas masculinas y, por tanto, se propaguen; mediante quimioterapia, en casos avanzados; y, por último, con inmunoterapia, para estimular el sistema inmunitario y que se destruyan las células cancerígenas.

Todos estos tratamientos son combinables, por lo que en ocasiones puede requerirse la aplicación de más de uno de ellos, y se complementan con otros, enfocados a mitigar los efectos secundarios.

La elección entre un tratamiento u otro dependerá de factores como la edad del paciente, su estado de salud general, el estadio del tumor y los síntomas que presenta.

Para más información, es fundamental consultar con un urólogo de confianza.

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