Gracias a métodos de diagnóstico como la biopsia de próstata, es posible detectar de forma temprana y efectiva la presencia de un tumor en esta glándula masculina.
El cáncer de próstata es, según los datos del informe Las cifras del cáncer en España 2022 que actualiza anualmente la Sociedad Española de Oncología Médica, el tipo de tumor masculino más frecuente en nuestro país. De hecho, este año se estima que se detectarán cerca de 31 mil nuevos casos de cáncer de próstata.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, es fundamental realizar un seguimiento anual de la salud masculina para poder diagnosticar y tratar patologías como el cáncer de próstata de forma temprana. Una de las pruebas que tenemos para ello es la biopsia de próstata. A continuación, te contamos más sobre ella.
Índice del artículo
Biopsia de próstata: ¿cuándo se aconseja realizarla?
Si, tras la realización de pruebas como un tacto rectal o un análisis de PSA (antígeno prostático específico), un método sencillo que consiste en la extracción y análisis de una muestra de sangre, los resultados revelan marcadores tumorales (cuando el resultado es mayor a 4 ng/ml), es normal que se aconseje realizar otras comprobaciones complementarias para poder confirmar el diagnóstico definitivo.
Entre estas pruebas está la biopsia de próstata, que nos servirá para saber si realmente nos encontramos ante un tumor prostático o si, por el contrario, se trata de una hiperplasia benigna de próstata, un problema común que no es más que el agrandamiento natural de dicha glándula.
La biopsia de próstata es, por tanto, una forma decisiva de determinar la presencia o ausencia de un cáncer de próstata.
¿En qué consiste la biopsia de próstata y cómo se lleva a cabo?
Una biopsia de próstata consiste en la extracción de una o varias muestras de tejido de la próstata para poder analizarlas en un laboratorio y observar si en ellas existen células cancerígenas.
La extracción del tejido de la próstata se lleva a cabo en quirófano, con sedación o anestesia local. Durante la prueba se accede a la glándula prostática a través del recto, mediante una sonda ecográfica que permite localizar la próstata y, a continuación, ir tomando muestras de diferentes puntos. Se trata de una prueba muy segura y que generalmente no implica riesgos importantes.
En cuanto a las posibles consecuencias que puede tener una biopsia de próstata, el varón puede detectar leves sangrados rectales, sangre en la orina, en las heces y/o en el semen, infección (aunque no es lo normal, pues antes de la intervención se recomienda siempre el uso de antibiótico para evitarlo) y dificultades para orinar. Todos ellos desaparecen al cabo de unas horas o días y no deberían generar mayor complicación. No obstante, si cualquiera de estos problemas persistiera, es fundamental consultar con el especialista que ha realizado la biopsia para que verifique si se hubiera producido cualquier complicación asociada a esta.
Duración del proceso de la biopsia de próstata
Como hemos comentado, la biopsia es un proceso sencillo que se realiza de forma ambulatoria. Por ello, generalmente, se da por finalizada en un plazo de unos 20 minutos.
Cuando el especialista termina de extraer todas las muestras de tejido necesarias, se traslada al paciente del quirófano a una sala de recuperación, donde descansa hasta que remite el efecto de la anestesia o sedación. Una vez pasado ese tiempo, puede volver a casa y hacer vida normal, con cierta tranquilidad durante uno o dos días.
¿Es dolorosa la biopsia de próstata?
El procedimiento en el que se realiza la biopsia de próstata no duele, ya que se lleva a cabo con anestesia local o sedación.
Después de la intervención es posible que se perciban molestias leves en la zona, que remitirán al cabo de unas horas.
Tipos de biopsia de próstata
Existen varios tipos de biopsia de próstata:
- Biopsia en sextante: la más sencilla, recoge 12 muestras de ambos lóbulos prostáticos (6 por cada lóbulo).
- Biopsia de saturación: recoge 12 cilindros por lóbulo (24 cilindros).
- Biopsia cognitiva: se realiza intentando puncionar las lesiones que en la resonancia magnética (RMN) se identifican como PIRADS 4 o 5 (ver más abajo).
- Biopsia de fusión: la más eficaz y rentable desde el punto de vista diagnóstico. En ella, un software especial se encarga de fusionar las imágenes de la RMN con las de la ecografía transrectal para que el médico pueda biopsiar haciendo un barrido más exhaustivo y meticuloso de toda la glándula prostática.
Cómo interpretar los resultados de la biopsia de próstata
Aunque depende del laboratorio donde se analicen las muestras obtenidas en la biopsia, los resultados suelen estar disponibles en un plazo de alrededor de 3-4 semanas.
Una vez tengamos el informe de resultados, lo deberemos llevar a nuestro especialista de confianza para que lo pueda interpretar. Si se revela la existencia de células malignas y, por tanto, de un tumor de próstata, su grado de agresividad se concreta mediante la denominada escala de Gleason. De esta forma, cuando sea de grado 6 tendrá un buen pronóstico y requerirá tratamiento radical (cirugía, radioterapia) o únicamente vigilancia; cuando sea de grado 7 estará catalogado como de “riesgo intermedio” y requerirá tratamiento radical; y, por último, cuando sea de grados 8, 9 o 10, será de “riesgo alto” y tendrá un pronóstico más complicado, ya que cabrá la posibilidad de que haya otros órganos o tejidos vecinos afectados.
Pruebas alternativas a la biopsia de próstata para diagnosticar un tumor prostático
Aparte de las pruebas que ya hemos mencionado, como el tacto rectal, el análisis de PSA y la biopsia de próstata, existe un cuarto método que se puede emplear para diagnosticar el cáncer de próstata.
Hablamos de la resonancia magnética multiparamétrica. Se trata de una resonancia de próstata con administración previa de un medio de contraste. Esta está indicada ante la sospecha de un tumor de próstata, cuando queremos determinar la extensión de un carcinoma de próstata ya conocido o valorar la recidiva local de un carcinoma previamente tratado.
Se basa en parámetros morfológicos, funcionales y moleculares; y etiqueta las lesiones en 5 tipos denominados PIRADS 1-5, siendo el 4 y 5 los que hacen pensar en la existencia de un carcinoma de próstata.
Generalmente, en la detección del cáncer de próstata intervienen varias de estas pruebas, ya que son complementarias entre ellas.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a conocer mejor las diversas herramientas que tenemos a nuestro alcance, como la biopsia de próstata, para poder diagnosticar este tipo de tumores. Si tienes dudas sobre la próstata, en este otro artículo te las solucionamos.
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