El dolor testicular es la molestia que se percibe en uno o en ambos testículos. Se trata de un síntoma muy común que se puede experimentar en numerosas ocasiones a lo largo de la vida del varón y que, generalmente, va desapareciendo o mitigándose con el paso de los días, aunque en función de la causa, podría mantenerse e, incluso, empeorar.
Los testículos son órganos muy sensibles que tan solo se encuentran protegidos por el escroto, por lo que verdaderamente no tienen ninguna barrera ni cavidad que los aísle del exterior. Es por ello por lo que en estos se producen dolores, normalmente leves, ocasionados por pequeños golpes o traumatismos, aunque puede haber muchas otras razones que originen el dolor testicular.
A continuación, pasamos a explicar cada una de estas causas, así como repasaremos lo que podemos hacer para aliviar el dolor testicular.
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Causas del dolor testicular
Antes de nada, cabe recordar que, sea cual sea la causa que produce el dolor testicular, es fundamental que a la menor duda consultemos con nuestro urólogo de confianza. Apoyarnos en un especialista siempre nos restará preocupaciones y nos dejará más tranquilos de cara a la solución de cualquier tipo de problema.
Dicho esto, la primera de las razones -y normalmente la más común- del dolor testicular es, como adelantábamos al principio, el hecho de haber recibido un golpe o traumatismo que haya podido comprimir el testículo, causando un daño más o menos leve, y generando dolor. En estos casos, si el dolor persiste durante días u observamos una inflamación o bulto anormal, deberemos consultar lo antes posible con nuestro urólogo.
En segundo lugar, podemos encontrarnos ante una inflamación o infección. Puede tratarse de una epididimitis (inflamación del epidídimo), una orquitis (inflamación del testículo causada por un virus) o una orquiepididimitis (inflamación simultánea de testículo y epidídimo), entre otras.
Además, puede que el dolor esté ocasionado por una patología escrotal benigna, como un hidrocele (acumulación de líquido en el escroto), un quiste testicular, que se puede producir en el cordón espermático, en forma de hidrocele o en el epidídimo; o por una torsión testicular, en la que se retuerce el cordón que sostiene los testículos, provocando una ausencia de riego sanguíneo hacia la zona escrotal.
También es posible que nos encontremos ante un varicocele, una dilatación de las venas del cordón espermático que puede provocar lesiones en los testículos, sobre todo relacionadas con la formación de espermatozoides, por lo que puede afectar a la fertilidad masculina. Si quieres saber más sobre el varicocele, en este vídeo el Dr. García Reboll habla sobre ello:
En último lugar, y aunque generalmente no produce síntomas, el dolor testicular también puede ser signo de alarma de un tumor de testículo que haya sangrado o se encuentre en estadio avanzado. Su incidencia en España es de unos 1.000 nuevos casos al año y se presenta de forma más frecuente en varones jóvenes, por lo general entre los 15 y los 35 años.
Además de ello, también debemos tener en cuenta que el dolor testicular puede estar manifestando un problema que se origina en otra zona del cuerpo, como la ingle (una hernia, por ejemplo), el abdomen u otros órganos cercanos como el riñón, cuando se producen cólicos o cálculos renales.
¿Cuándo debe preocuparnos el dolor testicular?
Aunque, como hemos visto, la mayor parte de los problemas que ocasionan dolor testicular son leves y pueden llegar hasta a solucionarse solos, existen patologías, como por ejemplo el varicocele o la torsión testicular, que se deben consultar de inmediato para evitar futuros problemas de fertilidad en el primer caso, o una necrosis en el testículo, en el segundo.
Como generalmente no sabremos ante qué nos encontramos, lo mejor es que siempre, aunque no estemos ante algo preocupante, acudamos a nuestro especialista. Así, este podrá examinarnos, realizar las pruebas correspondientes para valorar el problema y su gravedad, y recomendarnos un tratamiento en caso necesario.
Si el dolor es intenso y persistente, o si viene acompañado de náuseas, fiebre, vómitos o hematuria (sangre en la orina), se debe consultar de inmediato.
Cómo aliviar el dolor testicular
En función de la causa por la que se haya producido el dolor testicular, el especialista podrá realizar unas u otras recomendaciones, o pautar determinados tipos de tratamientos.
Cuando el dolor es leve y se produce como consecuencia de un traumatismo o patología poco importante, se pueden tomar analgésicos, como paracetamol o ibuprofeno, para mitigar el dolor, así como aplicar hielo en la zona durante unos minutos, darse baños con agua templada, o utilizar un soporte para sostener el escroto o mediante el uso ropa interior ajustada.
Por otro lado, en caso de infección bacteriana, se pautará un tratamiento con antibióticos; otras patologías requerirán otros tipos de tratamientos farmacológicos y, en caso necesario, se intervendrá mediante cirugía para solucionar el problema de origen.
Aunque por lo general el dolor testicular es inevitable, sí puedes prevenir determinados problemas llevando un protector testicular al realizar determinados tipos de deportes de contacto, practicando sexo seguro con el uso de preservativo y realizándote una autoexploración testicular una vez al mes. Haciendo esto último, podrás observar si existe cualquier tipo de cambio en tamaño, color y forma, bulto o protuberancia, y así consultar rápidamente con tu urólogo.
¿Tienes alguna duda sobre el dolor testicular y quieres consultarla con un especialista? Cuenta con nosotros, te ayudaremos en todo lo que necesites.